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La Educación Sexual Integral: un debate de nunca acabar

Seguramente, haz escuchado hablar, debatir en los medios de comunicación, en las redes sociales, sobre la enseñanza de la Educación Sexual Integral en las escuelas. Hasta existe un movimiento en su contra, impulsado principalmente por la Iglesia. En este sentido, ¿por qué es tan cuestionada? ¿por qué se habla de identidad de genero? ¿puede dejar de enseñarse en las escuelas? ¿por qué es importante su enseñanza?

En el siguiente articulo se intentará de dar respuesta a estos interrogantes.

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(Imagen: National Cancer Institute)

La Educación Sexual Integral es un derecho

La Educación Sexual Integral o ESI, es un derecho para todos los niños, niñas y adolescentes en todas las escuelas del país de todos los niveles, bajo el marco de la Ley 26.150 (Argentina). Dicha ley fue sancionada en el año 2006.

Jamás, nadie, se atrevería a juzgar sobre la enseñanza de las matemáticas, de la lengua o de algunas de las ciencias. O cambiar a un niño de institución porque se le enseñó a dividir. Pero, existen muchas personas que han cambiado a su hijo de alguna institución educativa porque se le ha enseñado ESI. Pero, ¿por qué es tan cuestionada la enseñanza de la educación sexual integral en las escuelas?

¿Qué dimensiones abarca la Educación Sexual Integral?

En el imaginario común de todas las personas al mencionar Educación Sexual Integral, pensamos inmediatamente en lo relacionado a lo reproductivo. No obstante en este caso, estarían equivocados, ya que al referirnos a educación sexual integral se está haciendo mención a cinco ejes: reconocer la perspectiva de género, respetar la diversidad, valorar la afectividad, ejercer nuestros derechos y cuidar nuestro cuerpo. Todo estos se encuentran estrechamente vinculados entre sí. 

A continuación se intentará explicar cada una de ellas.

  • Reconocer la perspectiva de género: es un modo de ver la realidad y las relaciones entre varones y mujeres. Analizando la desigualdad social entre géneros y las concepciones rígidas sobre «cosas de varones» o «cosas de mujeres». 
  • Respetar la diversidad: aceptar que todos somos personas distintas. Que el ser humano  piensa, cree, siente, actúa y vive su sexualidad de manera singular. Por ende. debemos respetar las decisiones de cada persona. Provocando así una educación sin discriminación. 
  • Valorar la afectividad: darle un lugar a las emociones y los sentimientos en el aprendizaje. Trabajando desde la empatía, la solidaridad y el respeto.
  • Ejercer nuestros derechos: pone en evidencia que niños, niñas y adolescentes son sujetos de derecho, con plena capacidad para participar, hacer oír su voz y no sufrir ningún tipo de discriminación, y considera a las personas adultas y al Estado como garante de sus derechos. Cabe aclarar que la relación que se da entre personas adultas y niños, niñas y adolescentes es asimétrica, por lo que hace falta construir lugares de autoridad desde el respeto de los derechos. Como ejemplo, centros de estudiantes.
  • Cuidar nuestro cuerpo: Las nociones sobre qué es y cómo vivimos el cuerpo y cuidamos nuestra salud, como así también los significados y valoraciones que se le otorgan en cada sociedad y en cada momento histórico. Esto abarca la influencia del contexto histórico, la cultura, la condición social, la forma de cuidarlo y de valorarlo, y las concepciones sobre el sexo y el género que prevalecen en la sociedad de la que formamos parte.
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(Imagen: Ben White)

¿Por qué es importante la Educación Sexual Integral?

La Educación Sexual Integral (ESI) es un derecho, para todos los niños, niñas y adolescentes. Por ende, no puede ser privada de ella. Más allá de nuestras creencias, la educación sexual ya no sólo le compete a las familias. La escuela, debe garantizar la enseñanza de estos contenidos.

El 80% de los niños que sufrieron abuso sexual pudieron contarlo gracias a la enseñanza de la ESI. Pudiendo comprender que estaban siendo abusados.

Según datos estadísticos de Argentina. El 75% de los casos es un familiar quien abusa, el 40% de los casos es el padre y el 16% es el padrastro. Y en donde sucede el abuso el 53% de los casos en el hogar de las victimas, el 18% en el hogar del agresor y el 10 % en la casa de algún familiar.

Visto esto, te invitamos a la siguiente reflexión: ¿es necesaria la educación sexual integral en el nivel inicial y la primaria? La respuesta a partir de estos datos alarmantes, para mí, es que .

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