Virus Coronavirus COVID19

Lo necesario y lo contingente en época de COVID-19

A raíz de la pandemia global del COVID-19, más conocido popularmente como coronavirus, surgieron con fuerza dos conceptos que originaron una serie de debates públicos: lo necesario y lo contingente. Personas de todo el mundo discutieron respecto a qué es necesario en una época de contingencia como la epidemia del virus, por ejemplo.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de contingencia? ¿qué significa necesidad? Intentaremos acercarnos a estos conceptos y plantear algunos ejemplos, principalmente desde la Lengua y un mínimo abordaje desde la Filosofía.

Necesario y contingente: definiciones y ejemplos

Para entender a qué nos referimos con cuando hablamos de lo necesario y lo contingente, y acordar un punto en común para poder abordarlo de manera más o menos consensuada, en primer lugar decidimos buscar el significado de cada una de estas palabras.

Consideramos el diccionario un buen punto de partida para intentar encontrar la definición de ellas.

Necesario

En el Diccionario de la Lengua Española de la RAE se define a “necesario” como un adjetivo, proveniente del idioma latín: “necessarius”. El documento plantea distintas acepciones respecto a este concepto:

  • Dicho de una persona o una cosa: Que hace falta indispensablemente para algo.
  • Que forzosa o inevitablemente ha de ser o suceder.
  • Que se hace y ejecuta obligado por otra cosa, como opuesto a voluntario y espontáneo.
  • Dicho de una causa: Que obra sin libertad y por determinación de su naturaleza.
  • En el derecho antiguo, dicho de un heredero, especialmente cuando era esclavo o siervo del testador: Obligado a aceptar la herencia.

Algunas de las ejemplificaciones postuladas respecto a la necesidad son:

  • “trabajar es una necesidad”, desde la perspectiva de obligación
  • “pasaban mucha necesidad”
  • “le atendió en aquella necesidad”
  • “hacer sus necesidades”

En filosofía, en ocasiones a la necesidad se la refiere como “Ananké”, que remite a una figura de la mitología griega, en la cual personifica “la inevitabilidad, la necesidad, la compulsión y la ineludibilidad”.

Contingencia

Respecto a la contingencia, también encontramos su definición en el Diccionario de la Real Academia Española, como forma de intentar encontrar un significado más o menos consensuado de a qué nos referimos cuando hablamos de esto.

El diccionario plantea que la palabra contingencia proviene del latín contingentia” y significa lo siguiente:

  • Posibilidad de que algo suceda o no suceda.
  • Cosa que puede suceder o no suceder.

Otro significado al que se le puede atribuir a contingencia, pero que no figura en la RAE, es:

  • Hecho o problema que se plantea de forma imprevista

Este concepto está vinculado al riesgo. Es decir, tiene relación con la idea de que algo puede suceder y causar un efecto en nosotros o una cosa. Lo que sucede puede tratarse de algo positivo o negativo, y su valoración está supeditada al caso en concreto y la perspectiva que se tome al respecto.

Algunos de los ejemplos que se plantean son: “hay que estar preparados ante cualquier contingencia” y “que el parto se adelante es una contingencia que debemos tener en cuenta”

A nivel personal, me permito una reflexión respecto a ambos temas, vinculados a la pandemia del COVID-19 (Coronavirus)

Una pequeña reflexión

Considero que, como con muchos otros conceptos, y con distintos aspectos de la vida, la perspectiva que tomemos nos posicionará en un lugar distinto frente a lo que observamos, que puede ser la realidad, una idea, u otra cosa. Lo mismo sucede con lo necesario y lo contingente. Si abordamos a lo necesario tomando la definición “que hace falta indispensablemente para algo”, respecto de una persona o una cosa, podremos encontrar diversas posturas.

Posicionándolo frente a la pandemia del COVID-19, el llamado coronavirus, también aplica. Lo necesario para un individuo podría no ser lo mismo que para otro. Ante el descubrimiento de los primeros casos de ciudadanos infectados en los distintos países, algo en las personas y en la sociedad en general comenzó a cambiar.

A través de los medios de comunicación pudimos observar cómo la población comenzó a volcarse a realizar compras en supermercados y otros comercios de alimentación. Pero no ocurrió lo mismo con los negocios de venta de automóviles, ropa o zapatos, u otro rubros. Aquí, podría existir una evidencia de lo que se considera necesario y qué no. Quizás, para la mayoría de la población la necesidad en ese momento fue abastecerse de alimentos para afrontar una posible cuarentena que impediría salir a la vía pública y el miedo de que ocurra un desabastecimiento de productos básicos.

COVID19 Coronavirus
Algunas personas consideraron necesario abastecerse de papel higiénico ante la pandemia del COVID-19 (Foto: El País)

Pero es posible agregar algo más al ejemplo, por un lado, que ciertos ciudadanos quizás estaban acostumbrados a realizar compras de pocas cosas, pero en reiteradas ocasiones, sin embago, ante esta situación, se vieron frente al dilema de continuar bajo esta modalidad o adquirir de una sola vez más productos que lo habitual.

Por otra parte, es que si bien gran parte de las personas se avocaron a comprar alimentos, hay algunos individuos que también concentraron sus esfuerzos en el rubro de limpieza e higiene. Los insumos como lavandina, alcohol en versión líquida y en gel, jabón, entre otros, fueron arrebatados masivamente de las góndolas de los comercios. Sucede que, debido a la situación de la presente pandemia, estos productos fueron catalogados como importantes para la prevención de contagio y propagación del virus, y por ende, numerosas personas los consideraron necesarios y/o esenciales.

Una vez más, la evidencia de cómo lo necesario es relativo a la situación que el sujeto atraviesa, anteriormente, el alcohol en gel y el jabón antibacterial quizás no hubiese sido algo común en el carro de compras, pero ahora, visto el caso, sí lo es. Lo mismo puede haber ocurrido con el papel higiénico, que algunos clientes de los supermercados buscaron masivamente, mientras que otros no.

Lo antes mencionado respecto a lo necesario, también se vincula con lo contingente. Como se dijo, ante una situación particular lo que se considera de una forma puede que sufra modificaciones. Frente a la posibilidad de que ocurra algo, como el desabastecimiento de alimentos y otros productos como consecuencia de la pandemia del COVID-19, lleva a cambiar la perspectiva de lo que establecemos como necesario.

También se puede observar cómo de aquella “cosa que puede suceder o no suceder”, concepto de contingente, produce algo “que se hace y ejecuta obligado por otra cosa”, de la definición de necesario. Esto es, por ejemplo, que ante la posibilidad de contraer el virus, tiene como consecuencia el aislamiento de manera obligada.

El llamado coronavirus también es una contingencia en sí mismo, ya que ocurrió de forma imprevista, tanto visto desde el momento del surgimiento como de su expansión y sus implicancias.

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