Las teorías conspirativas en el último tiempo han tomado mayor popularidad. Esto se debe al inicio de un nuevo siglo y a la irrupción del internet en nuestras vidas cotidianas.
El área 51, llegó o no el hombre a la luna, clonación de famosos, reptilianos, iluminatis y por supuesto terraplanistas o que el Sida y el Ébola habrían sido inventados por la CIA. Que el Covid 19, es un invento de cientificos y gobiernos para sus propios objetivos oscuros. O la teoria conspirativa más peligrosa, que las vacunas son el causante del autismo en las personas.
Diversas investigaciones psicológicas se han realizado en los últimos años, para determinar la naturaleza de este fenómeno y el porqué las personas creen cada vez más en ellas. Sin embargo, las teorías conspirativas están lejos de ser un fenómeno nuevo. Han estado presentes en la sociedad durante al menos 100 años.
Las teorías ofrecen una especie de contrapeso psicológico, una sensación de control, una narrativa interna para encontrarle sentido a un mundo que parece no tenerlo.
¿Cómo se originan las teorías conspirativas?
Toda teoría conspirativa se origina, cuando alguien piensa que hay una verdad absoluta y que no puede ser contada. Por lo tanto, alguien, ya sea una persona, una empresa, un gobierno inventa una mentira para ocultar esa verdad. En otras palabras, que hay algo superior o poderoso que nos oculta cosas, para así controlarnos.
Cada teoría conspirativa tendrá tres elementos principales: el conspirador, el plan y los medios para una manipulación masiva.
El conspirador
Seguramente escuchaste hablar de los iluminatis, que estaría integrada por los poderes políticos y económicos, cuyo objetivo final sería el de establecer un nuevo orden mundial a través de un gobierno global.
Es el ejemplo claro de un conspirador. Es definir al enemigo, y aceptar la necesidad que él siempre será el sospechoso inevitable de todo.
El plan
El plan es objetivo principal de cualquier conspiración. Este en ocasiones será a nivel mundial y perdura hasta la muerte de todos sus miembros.
Pero, debe haber alguien que lo controle todo. Ya que el nivel de encubrimiento se debe mantener. Por qué la mínima filtración del “plan” echará todo a perder.
Esta creencia de que vivimos en un mundo controlable, es un impulsor de las creencias conspirativas. Y surgen en un momento de crisis, cuando no encontramos explicaciones a ciertas cosas.
Medios de manipulación
Las mentes maestras intentan manipularte para así poder controlarte. Hay infinidad de pruebas, que no darán el crédito a la casualidad. Lo que hará que terminemos más convencidos de nuestras propias creencias.
La «manipulación» que describen las teorías puede venir de diversas fuentes, como los medios de comunicación, la ciencia, el gobierno. Como así también, de los hechos paranormales, las pseudociencias, las ciencias ocultas o de la manipulación de las ondas cerebrales.
Es decir, se le da importancia a la información que confirma nuestras creencias más que a la que lo niega.
¿Por qué tendemos a creer en teorías conspirativas?
Según estudios realizados las personas que tienden a creer en estas teorías, suelen tener un leve sentimiento de superioridad, son paranoicos, extremistas en sus opiniones y se sienten especiales por tener esa información que nadie más tiene.
El problema radica en que nos convierte en personas intolerantes a otros puntos de vista. De hecho, cuando alguien niega la existencia de alguna teoría conspirativa en la que se cree, eso se lo toma como evidencia de que esa teoría es cierta.
No obstante, hay que tener mucho cuidado por que no todas las teorias conspirativas son inofensivas. Hay algunas que pueden provocar muchísimo daño. Como las que se creen que las vacunas causan autismo y evitan vacunar a sus hijos.